domingo, 28 de septiembre de 2008

DESAPARECIDOS DE CUARTA


En nuestro país, a diario desaparecen niños, chicas adolescentes y jóvenes mujeres. Pero ellos son desaparecidos de cuarta. Desaparecidos sin derechos humanos. Ellos serán esclavizados y sometidos por los tratantes de blancas para comercializarlos en el mundo de la prostitución.
Pero estas inocentes víctimas, no han tenido militancia política en la lucha por la patria socialista. Tampoco han declarado contra represores. Entonces carecen de mayor interés para los organismos de defensores de los derechos humanos, para los combativos grupos de izquierda, para las agrupaciones feministas, de lesbianas o gay. Éstos no harán ninguna marcha, quema de cubiertas, rotura de vidrieras, saqueos de negocios ni nada de lo que nos tienen acostumbrados en sus “pacíficas” manifestaciones en defensa de los derechos humanos. Obligados por las circunstancias podrán hacer algunas declaraciones rimbombantes, pero nada mas. No están para gastar pólvora en chimango.
Fernanda Aguirre, María Cristina Ojeda, Romina Gamarra, son desaparecidos sin derechos humanos como cientos de chicos argentinos por los que no se reclama “castigo a los culpables”, ni siquiera “aparición con vida”. Tampoco nuestros representantes en el Congreso de la Nación han tenido tiempo para llenar el vacío legal sobre el tráfico forzado de personas.
Aunque muchos no lo crean, han estado muy ocupados estudiando concienzudamente el proyecto de Ley que declara Patrimonio Cultural Argentino a las empanadas, al asado y al dulce de leche. Proyectos de vital importancia para la vida institucional de la República, que también es emulado en la Legislatura porteña, donde la Diputada “K” Inés Urdapilleta, Presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencias y Juventud, quien presentó un proyecto para que se incluya a la milanesa a la napolitana, como patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Con denodados esfuerzos tratan de que nuestra querida Patria se parezca cada vez mas a la Cuba de Fidel, legalizando el aborto y la eutanasia, persiguiendo a la Iglesia Católica y a los opositores políticos. Y para no ser menos, facilitan la prostitución infantil y el tráfico forzado de personas, cuidando la impunidad de los traficantes.
Pero nos ofrecen amplias libertades, similares a las de los ciudadanos cubanos, un ejemplo de tanta libertad lo goza la Dra. Hilda Molina que no puede abandonar la isla para visitar a sus familiares. Las mismas libertades son las que gozan los presos políticos opositores a Fidel.
Pero somos muchos, los que a diario repetimos el grito del soldadito conscripto Hermindo Luna, antes de ser acribillado por las balas montoneras asesinas, en el Regimiento de Infantería de Monte de Formosa: ¡ACÁ NO SE RINDE NADIE, MIERDA!

Orlando Agustín Gauna

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