domingo, 27 de enero de 2013

La inseguridad en Santa Fe


El gran problema actual de nuestra sociedad imposible de solucionar para las anteriores y actuales autoridades políticas de la provincia de Santa Fe. 
No se puede resolver una situación cuando se desconoce y se le tiene aversión a la herramienta que se debe utilizar. 
En este caso la policía, reconocida como la línea de prevención y represión del delito. 
Hay que investigar las causas del avance del delito no sólo en lo social sino en lo institucional. 
Desde la vuelta a la democracia los primeros gobiernos de ésta provincia se vieron acosados por los reclamos ideológicos de un mínimo sector que pedía la exoneración en masa de agentes policiales por considerarlos “represores”. Fueron constantes los ataques indiscriminados contra la policía acusándolos de “gatillo fácil” aunque los delincuentes se hubiesen resistido a balazos con armas iguales o superiores a los uniformados. 
Acusados de “mano dura” o “brava” por actuar con firmeza en la época negra de saqueos en los cuales fueron víctimas innumerables comercios. 
Los excesos aislados de unos pocos agentes se magnificaron por estos grupos ideológicos con la complicidad malintencionada y otras ingenuas de algunos medios de prensa. Todo este proceso fue acompañado por la infiltración en los partidos políticos de quienes hasta hacía poco tiempo habían integrado organizaciones terroristas. 
Diversas organizaciones de “derechos humanos” impusieron en los sectores carenciados la idea de una deuda que tenía la sociedad con ellos y que los diferentes gobiernos olvidaban, por lo tanto para cobrarla eran lícitas todas las acciones ilegales, pasando por los piquetes, saqueos y llegando al extremo de los robos a mano armada. 
Se sumaba además una nueva actividad delictiva más que letal: la droga. Fuente de corrupción en todos los estamentos de un país por la enorme cantidad de dinero que mueve no sólo ilegalmente ya que penetra negocios legales, aportando también para campañas políticas. 
No vamos a describir la estrecha relación de los narcos con las guerrillas de izquierda y los gobiernos de igual signo porque son archiconocidas como las FARC con Chávez y Castro. 
Queremos referirnos a la situación de Santa Fe que nos preocupa en razón de escuchar desde hace años a diversos políticos y a seudocriminólogos recibidos en facultades que no tienen la mínima idea sobre los problemas en las calles de quienes se enfrentan a los delincuentes. Es imposible toda política de seguridad ejercida por un gobierno que piensa que el delito es producido por una deuda social y lo justifica. 
Pobres hubo, hay y los habrá desgraciadamente, pero no por eso se convierten en delincuentes, en las villas la mayoría de sus habitantes son personas honradas que buscan diversas maneras de sobrevivir sin delinquir. 
Por supuesto que mejorar el nivel de vida de los sectores carenciados influye notablemente para bajar el delito, pero para eso debe existir un verdadero programa de inclusión social y no el subsidio que cautiva votos. 
El trabajo es la dignidad que eleva a al ser humano, que lo aleja del delito y de la justificación del mismo. 
En cuanto al problema de la policía santafesina no se resuelve con palabras altisonantes ni medidas que pretenden ser publicidad para los ciudadanos a los fines de calmar las aguas y no perder caudal electoral. 
Las reformas deben ser consensuadas por expertos, es decir con la participación de quienes han ejercido y ejercen la actividad policial. Se debe partir de principios básicos, el primero de todos es reconocer al policía como un ser humano. Sin este reconocimiento olviden cualquier cambio posible. 
El segundo paso es dignificar la labor policial mediante sueldos acordes a la función riesgosa que cumplen exponiendo sus vidas. 
Uno de los grandes responsables de la destrucción de la fuerza policial es sin dudas el ahora kirchnerista, ex gobernador Ingeniero Jorge Obeid. Con su pasado como uno de los jefes de la organización terrorista “Montoneros” en clara actitud revanchista hizo todo lo posible para socavar la autoridad y la moral policial, logrando su más resonante triunfo al trasladar la Jefatura de Policía de su tradicional lugar a su actual sitio. Para ello utilizó además de su poder la excusa que cambiando su ubicación los agentes ¿¡olvidarían su pasado!? transformados en una “nueva policía”. Esta “nueva policía” se mudó a un indignante lugar sin agua potable, abandonado, sin estar adecuado mínimamente para que allí se desarrollaran las funciones específicas. Muchos interpretaron que Obeid concretó la toma de la Jefatura como un viejo y codiciado objetivo de sus tiempos de guerrillero. Para completar su obra creó un instituto, el Isep, que reemplazó a las escuelas de Agentes y Suboficiales y a la de Cadetes de Oficiales, donde se egresa como Auxiliar de Seguridad; las connotaciones desastrosas de este cambio se ven en la actualidad. 
Luego llegaron los socialistas. 
El nuevo gobernador un médico, el Dr. Hermes Binner, gracias al voto de la familia policial con la cual se comprometió mediante carta enviada a cada agente a elevar sus condiciones de trabajo y vida. Sumó museos de la memoria terrorista; su defensa de los “derechos humanos” fue para una parte reducida de la población;incumplió sus promesas y continuó con las dos leyes de Personal Policial conviviendo según su conveniencia, con jefes o directores tan indefinidos en sus actuaciones como en las denominaciones de sus cargos. 
Es decir que le dio continuidad a la política de Seguridad de su antecesor y por la que hoy la sociedad está pagando un alto precio. 
Mientras los policías trataban de averiguar cómo combatir el delito sin causar daño a una delincuencia cada vez más virulenta y violenta, sin apoyo de sus superiores que se transformaron en simple gerentes, aparecieron los famosos criminólogos como el Dr. Enrique Font que en su afán de convertirse en secretarios o ministros de seguridad daban cátedras del tema sin ninguna experiencia en distintos medios de información. 
Font fue un firme opositor a que se nombrase Secretario de Seguridad a un Comisario retirado. Conclusión fue que el desaliento, la falta de apoyo y dirección, produjeron una inactividad a la que se sumó una creciente corrupción. Corrupción que no se realiza de abajo hacia arriba sino a la inversa, es decir de arriba hacia abajo. 
Podemos decir que el socialismo casi ha completado lo que inició el obeidismo, la destrucción de la institución policial. 
Mientras se proyectan reformas con un toque comunista de insertar comisarios políticos, fraccionar la fuerza para que no pueda actuar unificada, con directivas abstractas, con el secreto deseo de que no exista pero subordinado a la necesaria presencia reclamada por la gente honesta, los delitos han ido en un aumento impresionante. 
Los asesinatos convertidos en hechos diarios son minimizados bajo el lema “son ajustes de cuentas” como si por serlo así disminuyera la responsabilidad del gobierno. Contradictoria afirmación de quienes se dicen “defensores de los derechos humanos”. 
No es de extrañar esta doble actitud ya que en un curso reciente para los policías de Seguridad Vial, dos abogadas enviadas desde La Capital comenzaron sus clases diciendo “olvídense que son policías”. 
Paradójicamente quienes exaltados critican a los socialistas en este tema son los kirchneristas que los antecedieron. Todos sabemos que son de frágil memoria olvidando que ellos participaron de las consecuencias de muchos desastres actuales como lo hacen a nivel nacional y provincial. 
A la hora de aprovechar la ocasión política no tienen reparos en presentarse como salvadores de una situación que provocaron. 
La solución al problema seguridad no es imposible, hace falta voluntad y deseo, no es mágica ni cuestión de inexpertos con títulos, se necesita gente honesta y capacitada. Es una decisión política que debe tomar un gobierno que sin hipocresía decida priorizar la seguridad de los honestos, que anteponga los intereses de los ciudadanos a los partidarios. Es tiempo de pensar en el pueblo para que no viva tras las rejas mientras los delincuentes se pasean libremente por las calles santafesinas. No sólo se pasean sino que se disputan los territorios para la venta de drogas a tiro limpio provocando la muerte de personas que nada tienen que ver con las disputas. 
Sin ninguna duda que las políticas de seguridad de Obeid y Binner fomentaron la inactividad y consecuente corrupción policial, el auge imparable de las drogas y el gatillo fácil de los delincuentes. 
Más de doscientos homicidios el año pasado es una prueba irrefutable, sin contar los heridos. 
El aumento del delito es aprovechado por los kirchneristas para atacar a los socialistas políticamente como si ellos no tuviesen nada que ver cuando en realidad son dos caras de una misma moneda. 
Los diputados provinciales Gerardo Rico y Eduardo Toniolli ambos del kirchnerista Movimiento Evita se reunieron con Raúl Lamberto Ministro de Seguridad y Angel Ruani Secretario de Seguridad Comunitaria por el tema drogas. 
Rico pertenecía al Peronismo Revolucionario, se exilió en 1976 y regresó en 1983; Toniolli es hijo de un terrorista desaparecido y Ruani integrante de “Montoneros”. 
Los tres odian a la policía, lo cual lleva a una pregunta: Que solución pueden ofrecer para combatir el crimen en la provincia de Santa Fe quienes pertenecen a organizaciones que en el pasado mataban policías.

sábado, 26 de enero de 2013

Claves para poder entender al Gobierno de Cristina Kirchner

Vamos a regalarles las claves para poder entender al Gobierno de Cristina Kirchner.
Así que amigo, amiga, ponga la pava, mande al Bobby al fondo y dispóngase a dilucidar de una vez y para siempre esos interrogantes que desde hace un par de años le quitan el sueño y el sistema nervioso.
Y ojo que parece en broma. Pero no se deje engrupir por las apariencias.
Formación del Team
Sabido es que desde la muerte de “él”, Cristina se ha ido desperonizando para acercarse a toda forma de funcionario y política setentista que le pasara cerca.
Desde el mismo 27 de octubre de 2010, “el Chino” Zannini pasó a reemplazar a Néstor en el articulado general de la política del gobierno. Vanguardia comunista en los setenta, es decir, estaba a la izquierda de los de izquierda, “el Chino” dejó de ser un mero ladero del pingüino y el jefe real de La Cámpora para convertirse en ideólogo y ejecutor de la Revolución. “El Chino” es del palo.
Nomás a mes y medio de la defunción, Cristina sacó a Nilda Garré del Ministerio de Defensa, le fabricó un ministerio de Seguridad y la sentó en la conducción del mismo. Es decir, le quitó a  (PJ Standard) el control de la policía, y se lo entregó a Nilda junto con el resto de las fuerzas de seguridad. Las “buenas”, como Gendarmería y Prefectura. Nilda es del palo, ¿ok?
Ya sabe… Montoneros, lucha armada, jóvenes idealistas, anti FFAA, anticana y todo aquél asunto tan cristisetentista.
Cabalgando plácidamente sobre el corcel del luto, y de la victimización tan constante como la emisión monetaria, llegó a las primarias y desfiló. Con la inestimable colaboración de la burgerkinera opo, y con el siempre bien recibido ayudín de INDRA, las presidenciales fueron un trámite. Un picnic de primavera. Con sanguchitos de pan lactal chorreando mayonesa. Calientes. Enmayonesando la guitarra de Slowhand Boudou, al tocar “Presente”. Vox Populi - Vox Dei.
Y ahicito nomás marcó otro gol de media cancha para encarar el segundo mandato, el primero de “ella”, Juan Manuelito Abal Medina jefe de gabinete. Hijo de Juan Manuel, sobrino de Fernando, medio hermano de la hija de Nilda. Caramba… es el ícono de la portación de apellido: Abalito también es del palo.
En la conformación y posterior reacomodamiento de ese equipo propio, sin nombres suger-impuestos por “él”, le dio placer al arribo de Axel Kiciloff para jugar en las ligas mayores. Economista y marxista, 100% narc & pop, 100% del palo.
Cuando llegó la hora de ajusticiar al multimedios con la epopeya del sietedé que no fue, Cristina no pensó en un profesional de los medios, ni tan siquiera en un abogado, aunque más no fuera para echarle un vistazo al pasticcio legal de la Ley Clarín. Lisa y llanamente lo convocó a Martín Sabbatella. Y fue coherente. Si estamos inmersos en una auténtica Revolución Socialista, y si tenemos a la libertad de expresión de espaldas al paredón, qué mejor que entregarle el fusil ejecutor a un comunista genuino y con carnet. Ni Guevara lo hubiera pensado mejor. El comandante Sabbatella, aún de traje y sin uniforme, también es del palo.
Para no hacérsela muy lunga y mientras, así como quien no quiere la cosa, le pedimos que cambie un poco de yerba porque se está lavando el mate, debe tener presente un dato que no es nada menor.
En septiembre de 2012 y en Río Negro, otro cuadro icónico del setentismo escalaba un nuevo peldaño en su reinserción oficial. Aprovechando el desconocimiento de las jóvenes generaciones, de los que adquirieron prontamente el relato y la historia reescrita, y la mala memoria de los que nos vamos poniendo viejos, nada menos que Fernando Vaca Narvaja juraba como Ministro de Obras Públicas de la provincia. Y este pibe no es solamente el hermano de la exdiputada y actual embajadora en México, Patricia Vaca Narvaja, la de Montoneros , ¿se acuerda? No, no. Fernando es ni más ni menos que el Nº 2 (vivo) de Montoneros. No es que sea “del palo”. A falta del Pepe Firmenich, Vaca Narvaja es directamente el mismísimo palo.
Ah, by the way, hace unos meses se habló de traerlo al Pepe. La Cámpora pensó en una “reivindicación histórica”, pero está el problemita ese del caso Rucci, usted ya sabe.
Ordenando las piezas, acá hay que hacer una aclaración necesaria.
Ninguno de todos estos pibes se ha corrido un milímetro ideológico en 35 años. La lucha es la misma, el ideal es el mismo, los enemigos son los mismos y los errores que cometen, también son los mismos.
Aclarado el asunto, al componer el rompecabezas se va obteniendo una foto bastante clara del gobierno de Cristina Kirchner:
Tiene a Montoneros a cargo de la seguridad nacional.
Tiene al comunismo formando y conduciendo La Cámpora.
Tiene al marxismo a cargo de la economía y la estrategia empresarial pública.
Tiene a Montoneros en la jefatura de Gabinete.
Tiene al marxismo en Cultura, con Coscia.
Tiene al comunismo al frente del AFSCA, juez supremo de la libertad de expresión.
Tiene a Montoneros en las embajadas en España y México. Tiene a La Cámpora en la embajada en USA.
Tiene al comunismo en el armado político (Zannini) y al ERP-Montoneros tanto en el armado ideológico como en la asesoría directa de Seguridad (Verbitsky).
Cristina Kirchner nunca fue otra cosa que admiradora de Montoneros y la revolución socialista. No militó más que en alguna que otra marcha, no combatió, nunca arriesgó una uña por causa que no fuera hacer dinero. Es una especie de “cholula política”. Como para ser más claros.
Y cuando la vida, que a veces hace cosas tan raras, la puso al frente del país y con todo el poder entre sus manos, ya sin la incómoda presencia de su socio conyugal, lo que hizo fue armar la selección del tren fantasma. Juntó a sus ídolos, a los que tenía más o menos disponibles. Buscó historia, épica, cuadros y gente del palo. En lugar de armar un gabinete y un equipo de gobierno eficiente, armó un álbum de fotos del Club del Clan. Con Lalo Fransen y Nicky Jones como ministros.
Lo jodido, ante todo, hay que decir que los jodidos somos, puntualmente, todos nosotros.
Una cosa es que la izquierda setentista se dé el gusto de haber accedido al poder por la vía democrática, lo ejerza, cumpla su ciclo, intente su revolución cultural, fracase y se retire a cuarteles de invierno.
Pero otra muy distinta es que deba afrontar problemas serios, graves, especialmente de naturaleza social con gente en las calles, que no es tropa propia. Son impredecibles, puesto que ni ellos mismos saben qué hacer. Y como tienen los antecedentes que todos conocemos, (y que todos padecimos), la situación se torna, cuanto menos, de alto riesgo.
Decíamos antes que cometen los mismos errores del pasado, y eso es lo que hoy los tiene paralizados, casi en una especie de acefalia. Siempre estuvieron convencidos que los más humildes, los pobres, los marginados y los trabajadores de menores recursos, iban a suscribir su revolución.
Ellos ven a esos segmentos como “el campesinado” de los manifiestos.
Estuvieron convencidos en los setenta, hasta que Juán Perón les tuvo que poner el sosegate. Y lo hizo a lo Perón. Leña y leña. Y hasta la cabeza del propio Cámpora rodó, con todo lo presidente que era. Pero las masas no acudieron a ellos. Las masas no eran revolucionarias. Era, simplemente, gente que quería vivir como la gente.
Estaban convencidos hace un año, cuando la elección que ganaron caminando les hizo creer que el pueblo finalmente había entendido la importancia de la revolución, y que la suscribía. No se dieron cuenta que no era por amor, sino por plata. Plata abajo con los planes, plata al medio con la emisión. Plata arriba, como siempre.
A ver si nos entendemos.
Cuando ellos hacen la película de “él”, verdaderamente creen que la gente hará horas de fila para verla. Y cuando la gente no aparece, cuando hay que comprar las entradas para regalarlas, se desencantan, se enojan, le toman bronca.
Cuando ningunearon el 13S argumentando que era “gente bien vestida”, estaban convencidos de lo que decían. Y entonces les vino el paro general y no entendieron que las masas lo acataran o adhirieran.
Después les cayó el irrepetible 8N, y se miraron sorprendidos, reaccionaron como chicos, con burla de segundo año comercial, liceo de señoritas. Las elecciones del Partido Comunista chino. Y se agarraron una bronca enorme con, otra vez… la gente.
Ahora salen los más pobres a saquear.
¿Cómo nos hacen esto a nosotros? Justamente a nosotros que fuimos los únicos que hicimos algo por ellos.
Y están en no contestar. Silencio de radio. Sin respuesta política a causa de la cerrazón ideológica. Corolario. Hay a decirlo claramente para que lo entienda hasta el Bobby, que se metió sin que usted lo note, con las patas embarradas, y está leyendo esto al lado suyo.
Hoy gobiernan los Montoneros. Esto es taxativo. Fueron llegando de a poco desde el PJ, desde el Frepaso y se empezaron a instalar con Kirchner y se terminaron de conformar con la viuda de Kirchner
Su gobierno es muy bueno para implementar preceptos ideológicos, adoctrinamiento juvenil, penetración cultural, señalamiento de enemigos, control y recorte de la libertad de expresión y de otras libertades, ataque a “las corpos” e imposición de un relato.
O sea, todo el trabajo sucio que requiere imponer una revolución… ¿limpia?
Casi todas esas cosas le salen bastante bien.
¿Pero sabe qué?
Su gobierno es muy malo para gobernar un país. Implementa políticas absurdas, reacciona tarde y mal, se va de boca siempre, no sabe desprenderse de los contrapesos, se pelea con todo el mundo para adentro y para afuera, sanciona leyes con nombre y apellido, se ve obligado a mentir para justificar fracasos estrepitosos en casi todas las áreas.
¿Será que saben mandar pero no gobernar?
¿Será que su ideología más tarde o más temprano terminan siendo incompatible con la democracia y la república?
¿Será que no pueden entender que la gente quiere, apenas, un gobierno eficiente y no una epopeya revolucionaria, gloriosa y definitiva?
Me atrevo a quitar los signos de interrogación, para afirmar que sí, a todas las cuestiones.
Están en otro palo, porque son de otro palo.
Eran llamados subversivos porque siempre quisieron subvertir, cambiar todo, modificar a su antojo el orden establecido.
Con una soberbia obscena, casi como la magnificencia, de “él”, para robar.
Eso puede ser interesante cuando se vive bajo un régimen dictatorial. Aspirar a subvertir un sistema tirano es una forma de empezar a ganarle.
Pero cuando se vive bajo reglas de convivencia que la ciudadanía decidió y respeta —una democracia republicana— lo que se termina subvirtiendo es, precisamente, esa democracia y esa república.
Y entonces no se hace la revolución para la gente.
Se la hace contra la gente.
No se dan cuenta que llegaron tarde. Cuando ellos pudieron reinsertarse y organizarse, los argentinos seguíamos siendo giles, pero ya estábamos demasiado democráticos.
Feliz 2013, aunque la casa no esté demasiado en orden.

Fuente: Tábano Consultora

domingo, 13 de enero de 2013

Emilio Pérsico y los carteles de la droga

Tres jóvenes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad al quedar en medio de un tiroteo entre dos bandas de narcos en barrio Nuevo Alberdi, donde se disputaban el control de un quiosco de drogas en la zona. Los muchachos son militantes del Movimiento Evita...
 Fuentes de la investigación afirmaron que los heridos no quedaron en medio de un tiroteo entre bandas como se afirmó en un primer momento, sino que ellos eran el objetivo del ataque. No se trataría, entonces, de un caso similar al de la militante asesinada en Ludueña. Por eso, la respuesta de parte del barrio fue destruir el búnker ubicado en Somoza al 3300, que habría originado no sólo el tiroteo, sino otros enfrentamientos entre bandas que se disputan el negocio de la droga en la ciudad.
Fuente: Diario El Litoral
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sábado, 5 de enero de 2013

La Fragata LIBERTAD

Nestor quiso quemarla, 
           Cristina abandonarla 
                      y nosotros recuperarla.

HUGO CHAVEZ ha muerto

En fuentes diplomáticas directamente vinculadas con la política latinoamericana, se informó que el dictador venezolano Hugo Chávez murió anteayer en La Habana pero que la noticia oficial sólo será reconocida dentro de un plazo determinado por la compleja situación interna del país. 
...el plato fuerte (por la sucesión presidencial) estaría dado por el control del narcotráfico que forma parte del esquema de violencia e intereses que manejan las FARC, la guerrilla colombiana que se ampara en un perimido proyecto de ultra izquierda que le sirve de argumento para extenderse por toda la región, incluso la Argentina. El tema es particularmente importante habida cuenta que un sector de las fuerzas armadas venezolanas está señalado como uno de los contactos más firmes de la narcoguerrilla y el enorme peso de su capacidad económica. En Caracas se habla de una división militar donde este asunto es uno de los aspectos más serios de fricción y que es innecesario explicar.
Por Carlos Manuel Acuña
Fuente: El Informador Público
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Otro cachetazo judicial contra KK

Fallo judicial contra el decreto de la Presidente
En primera instancia, la jueza Silvina Bracamonte rechazó la medida cautelar solicitada por la SRA con el patrocinio del estudio Cassagne. Allí, la SRA presentó la apelación y pidió a la Sala de feria de la Cámara Civil y Comercial que tratara con urgencia el caso: el argumento central fue que existía una urgencia impostergable que justificaba resolución inmediata según informa un matutino. 
Ahora, la Cámara Federal -conformada por Graciela Medina, Ricardo Guarignoni y Francisco de las Carreras- revocó la decisión de primera instancia, dejó sin efecto la estatización y la SRA no tendrá que desalojar el predio el 20 de enero.
Fuente: Infobae
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