jueves, 6 de febrero de 2014

Matar o morir por un ideal

Juan Gelman fue miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que luego se fusionó con la organización terrorista Montoneros. Gelman, como sus camaradas de armas, mataban por un ideal: tomar el poder por las armas para instalar una dictadura comunista. Pero este “enemigo del capitalismo”; desde 1975, durante un gobierno constitucional electo por una abrumadora mayoría del pueblo argentino, decidió exiliarse alternativamente en Roma, Madrid, París, Nueva York y México, donde se radicó, hasta su muerte natural.
Por la muerte de quien mataba por un ideal y que prefirió vivir y morir lejos de la Argentina, la Presidenta firmó el decreto que dispuso 3 días de duelo y la bandera a media asta.
Mercedes Sosa afiliada al partido comunista, nunca negó su simpatía con quienes mataban por un ideal. Pero ello no era óbice para que actuara en países capitalistas, incluso en EEUU. También prefirió para su exilio, países no comunistas. Con el retorno de la democracia, en repudio a la voluntad popular de los tucumanos, entre 1995 a 1999 dejó de presentarse en Tucumán por haber sido elegido gobernador de esa provincia el General Antonio Domingo Bussi.
Ella también con el paso de los años llegó a la muerte natural. A ella, que repudió la voluntad popular de los tucumanos, se la veló en el Congreso de la Nación y la presidenta Cristina Fernández fue darle el último adiós a Mercedes Sosa.

Hace pocas horas, al acudir a sofocar un incendio, murieron nueve personas. Eran bomberos y rescatistas que estaban dispuestos a morir por un ideal: ayudar al prójimo. A diario arriesgaban sus vidas por ese ideal. No importaba para ellos la identidad del prójimo. Su ideal era salvar la vida y los bienes de los demás, ante incendios u otras catástrofes. Ellos no alcanzaran la ancianidad para por último, tener una muerte natural.
Pero estos héroes, no estaban dispuestos a matar por un ideal, todo lo contrario. Por eso, para estos 9 valientes que dieron su vida al acudir a extinguir un incendio, 3 días de duelo le parece mucho a nuestra presidente. Con 2 días de duelo, basta y sobra. Tampoco tanto heroísmo, merece que ella se moleste a despedir sus restos y manifestar personalmente sus condolencias a los deudos; si ni siquiera eran afiliados al Partido Comunista ni militaban en la Cámpora.
Raro criterio para honrar a quienes matan y a quienes mueren por un ideal.


Orlando Agustín Gauna Bracamonte

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